Estamos a solo unas semanas de que en México comience un nuevo ciclo escolar por lo que las madres y padres ya están con los preparativos para que sus hijos vayan bien equipados a la escuela. Y tras la compra de útiles escolares, uniformes y otros productos para el retorno a las aulas, los padres deben contemplar también, los gastos que implica el lunch para los niños.
El contexto en el que vivimos, afectado por la inflación e incremento de costos, sin duda ha modificado nuestros hábitos y prioridades de consumo, y ha provocado un mayor cuidado del gasto; y si bien “comer sano” puede ser aparentemente más “caro”, es importante prestar atención en la preparación de la lonchera ya que esta debe contener una selección de alimentos, en las porciones correctas, que aporten un valor nutricional adecuado para las actividades de los infantes.
De acuerdo con un estudio de NielsenIQ (NIQ), 6 de cada 10 niños llevan lunch al colegio y menos del 20% incluye una fruta o verdura en su almuerzo, de hecho, tan sólo 2 de cada 10 niños a nivel escolar (5 a 11 años) consumen verduras y leguminosas, dato que puede ser alarmante teniendo en cuenta que México ocupa el primer lugar en obesidad infantil.
Los productos más comprados para lunch, sobre todo durante las semanas previas al regreso a clases, son el pan de caja, el jamón, la mayonesa, los yogurts, la leche saborizada y las barras alimenticias.
Asimismo, hallazgos de NIQ demostraron que en las loncheras mexicanas los alimentos preparados favoritos son: los sándwiches (35%), seguido de las tortas (25.9%), los tacos (18.3%), las quesadillas (12.8%) y otros platillos como las salchichas preparadas, hot dogs, nuggets, pastas y huevo, que son los predilectos del 7.7%.
Según el Consumer Outlook 2023 de NIQ, entre las mayores preocupaciones de los mexicanos está el aumento de precios en alimentos, de hecho, el 36% de los consumidores mexicanos prevé gastar más en comida durante 2023. Y agosto, mes de “Back to School”, es una de las temporadas donde el gasto en alimentos sufre un ajuste, siendo aproximadamente un 10%
más que el resto del año; esto ha hecho que los padres busquen productos de menor tamaño o compren alimentos ya preparados.
“Esta temporalidad supone un gran reto para las marcas puesto que deben estar aún más atentas y acudir a las necesidades del consumidor actual. Hoy los mexicanos no solo buscan practicidad, sino también buenos precios y valor nutricional. Las submarcas y el “downsizing” son tendencias que sin duda seguiremos viendo este año”, comentó Raquel Jiménez, líder de Customer Success en NIQ México.
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